Dicen por ahí que la familia es lo más importante del ser humano, su núcleo y su soporte, asi mismo lo entendía don Vito Corleone, personaje de ficción de la obra literaria el Padrino escrita por Mario Puzo. Don Vito Corleone es un siciliano procedente de Corleone, pequeña ciudad de la isla, emigra a Nueva York cuando era un adolescente. Aquí se casa en 1901 con una siciliana llamada Camelia, la que será su fiel esposa hasta la muerte de este en 1954 a la edad de 62 años. Ambos tuvieron cuatro hijos, de los que solo uno logró seguir el negocio de su padre, el negocio de la mafia, este fue Michael Corleone.
La familia Corleone representaba en América las costumbres sicilianas, una esposa católicas, hijos respetuosos y un padre con una moral estricta.
La otra familia Corleone es la de la mafia, donde el patriarca es Vito Corleone y los negocios ilegítimos están en manos de gente de mucha confianza, considerados como familia. Esta nace con el contrabando de alcohol en la época de la gran depresión; donde don Corleone comienza a sobornar a políticos, policías, etc. Se organizaba con un Consejero, que es el encargado de las finanzas y dos Caporegimenes quienes tenían a cargo un grupo reducido de hombres y se encargaban de una localidad en particular, después de un tiempo cuando sus hijos crecen crea el cargo de sottocapo que significa el segundo jefe y el sucesor de don Vito. El negocio de la mafia comienza a extenderse y pasa del tráfico de licores a las apuestas ilegales, la prostitución, los sindicatos laborales y las apuestas ilegales en barrios pequeños; pero algo siempre tuvo claro don Corleone, el tráfico de drogas jamás sería un negocio donde su familia estuviera involucrada, ya que es este el que corrompe a la juventud y a la sociedad entera.
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